Obteniendo 2M de $ cada vez, los “hipercoches”, construidos y diseñados por el sueco Christian von Koenigsegg y su compañía automovilística, son muy esperados por compradores dispuestos a invertir en ingeniería y estilo world-class. Menos de 150 modelos han sido construidos desde que la compañía comenzó a fabricar en la década del año 2000.
Con sede en el pueblo pesquero sueco de Ängelholm, todo el trabajo de desarrollo se realiza in-house lo que permite que cada nueva adición contenga lo último en electricidad, aerodinámica y tecnología de transmisión.
Describiendo su reacción al último modelo de la compañía, el Regera, Christian dice: “Me gusta el hecho de que es, vieja escuela y la increíble tecnología futurista, mezclados en un sólo concepto. Este gran y potente V8 en combinación con el disco eléctrico de alta tecnología, estará más allá de cualquier cosa de lo que otra persona podrá tener. Respira fuego, vieja escuela, músculo y un cohete futurista, todo en uno“. Esta es una filosofía que describe uno de los creadores y fabricantes de automóviles más apasionantes del mundo, Christian von Koenigsegg y la compañía Koenigsegg Automotive.
Entusiasta de los automóviles y gran emprendedor, Christian comenzó a soñar con construir el automóvil más rápido del mundo cuando sólo tenía cinco años.
Puede que le haya llevado casi 40 años darse cuenta de esa ambición, pero en 2014, el sueco Koenigsegg, debutó con el auto más veloz del mundo: el One:1, un supe deportivo que corre de cero a 400 km/h en poco menos de 20 segundos. Su visión de crear el super deportivo perfecto nunca ha flaqueado y su instinto para la ingeniería e innovación impulsó a la compañía a desarrollar y fabricar el coche más rápido que se permite en el mundo en 2017, el lujoso Regera.